¡Feliz día, Papá!
Para los que están siempre, desde el primer día.
Para los que ya no están, pero nos cuidan desde las estrellas.
Para los que exigen sin descanso, pero siempre son los primeros en dar el ejemplo.
Para los que saben empujar la bicicleta, sosteniéndonos en las dudas, soltándonos cuando estamos listos.
Para los que guían con paciencia, y dan esa mano noble que desesperadamente abrazamos.
Para los graciosos, habladores, compinches, intensos, hinchas, insistidores. Para los que enseñan a valorar lo que tenemos… y lo que somos.