Yo vi a las montañas reverdecer, aquellas que me hicieron difícil el camino las vi abrirse con el verde intenso de la primavera, vi a los ríos bañar las orillas y a los árboles cantar con la cadencia de la brisa.
Vi el regreso de los héroes, con sus banderas de sueños flameando orgullosas, al sol asomándose después de la helada, regalando su luz y sus rayos calentitos desde el horizonte.
Te vi florecer, te vi saludando al nuevo día, dejando atrás el invierno y emprendiendo la jornada con certeza y sabiduría.
Es tu optimismo, es tu alegría contagiosa, pero mucho más la fuerza de nuestra esperanza. Como una mariposa que se transforma en su capullo, te he visto desplegar nuevas alas.
Volemos en setiembre, nos reencontremos en los tallos que florecieron para nosotros. Ya demostramos la fortaleza de la que somos capaces, ya hemos sorteado las estaciones ariscas, el nuevo tiempo nos espera.