Una pluma cordobesa con vuelo internacional
Criada en un contexto familiar donde abundaban los libros; almuerzos en los que se hablaba principalmente de literatura; domingos enteros discutiendo de autores y un día su mamá le dice cuando eran chica “en esta casa ninguno va a ser escritor porque para locos está su papá…”
Ella es Viviana Rivero, cordobesa, de 52 años y mamá de 2 adolescentes. Su título de abogada parece confundir su verdadera vocación: la escritura.
¿Cuándo se te despertó el interés por escribir?
VR: Tenía la idea en la cabeza de que no podía vivir de la escritura, de hecho mi padre tampoco pudo, el escribía de noche, los sábados y domingos.
Entonces los hermanos seguimos ‘carreras normales’ según mi madre. Estudié derecho, me recibí de abogada y trabajé varios años en la materia hasta que cumplí algunas etapas personales: mi casa, mis hijos ya hacían solitos los deberes. Recién ahí empecé a ser dueña de algunas horas y entonces me propuse escribir mi primer libro, por hobby, por gusto, porque era algo que me gustaba hacer.
Su primer novela: Secreto bien guardado
¿Cómo llegás a publicarlo?
VR: La verdad que yo no sabía si era una verdadera novela, entonces se lo hice leer a una persona ajena a mi entorno familiar para que sea realmente crítica y luego de un par de semanas me dijo convencida que debía publicarlo y para mí fue toda una decisión ya que las editoriales grandes no apuestan al desconocido y las chicas cobran muy caro.
Una vez que publiqué el libro se agotó la primer edición en 15 días, luego hicimos una edición por mes durante 6 meses con esa misma editorial. De golpe la abogada se volvió escritora, gané un premio con ‘Mujer maestra’ y a partir de ahí me dediqué a escribir.
Cuando comienza no alcanza sólo con una buena pluma sino también uno debe tener algunas estrategias de marketing para vender el libro.
VR: ¡Exacto! Un año me tomó escribirlo y medio año promocionarlo. Al principio viajaba por los pueblos de Córdoba (Laboulaye, Arroyito, entre otros), luego salté a las provincias Mendoza, al sur del país y actualmente viajo a las capitales de otros países. El año pasado estuve tres meses promocionando mi libro en España.
Al principio viajaba por los pueblos de Córdoba (…) actualmente viajo a las capitales de otros países.
¿Podemos decir que a partir de Secreto bien guardado ‘la novela histórica’ te marcó o te interesa también escribir sobre otros géneros?
VR: Me gusta mucho la historia y me resultaba fácil entenderla. Tengo en mi computadora escritos de otra índole que van creciendo pero cuando uno hace torta de chocolate que se venden bien cuesta pasarse a las de frutilla… (risas). Tengo una columna en el diario ‘Para ti’, doy clases en la universidad española de forma online, hice proyectos para Telefé y eran temáticas modernas no históricas pero sólo puedo hacerlo en el tiempo que a uno le sobra.
En todas tus novelas la posición y el rol de la mujer cumple un papel muy particular y determinante, ¿A qué se debe?
Para los que escribimos novelas históricas es muy tentador hablar del rol de la mujer porque si uno mira para atrás antes las mujeres no tenían derechos aunque siempre hubo una primera que dejó huella. La primera que dictó una sentencia, la primera que entró a operar, las primeras maestras de Córdoba, etc.
Mujeres comunes y normales, a veces pareciera que invento mujeres fuertes pero en realidad lo que yo hago es retrotraerme a esas épocas y buscar ese 5-10% de mujeres que fueron ganando lugares en la sociedad y sólo me inspiro en ellas.
En octubre se publica ‘Zafiros en la piel’, ¿Qué podés adelantarnos?
VR: Es un libro relacionado con un proyecto de internet que no puedo contar mucho todavía. En cuanto al libro serán relatos que hablan de las distintas expresiones del amor. En griego existe una palabra distinta para cada tipo de amor. He tomado las palabras en griego que son más de 10 y explico su significado inventando un relato para cada amor.
¿Cómo definís al amor?
VR: El amor es el motor que mueve al mundo, todo lo demás empuja. Son esos amores la fortaleza para que todo avance, por eso me gusta hablar mucho del amor en mis libros…uno puede poner los personajes al límite en ese momento…