Durante el Día del Padre no solo celebramos, sino que nos permitimos rememorar, repensar, en muchos casos agradecer, en tantos otros perdonar…
De alguna u otra forma, hay una persona en la que pensamos, indudablemente.
En este día, queremos hacerles llegar a todos los padres un afectuoso saludo: a los que se hacen presentes, a los que son capaces de transmitir ternura, a los que se involucran y replantean los valores que desean transmitirles a sus hijos e hijas. A aquellos que educan desde el ejemplo, muchas veces sorprendiéndose de lo que han legado. A los que se pre-ocupan y ocupan de dar las herramientas necesarias, las paredes que cobijan. A los que son las manos que sostienen.
Ningún lugar se sentirá como los brazos de papá, papi, pa, viejo… De