Supongamos que una persona tiene unos ahorros y decide invertirlos en un lote o compra de tierra. Esta persona, llamémosle Juan, adquiere en 2015 un lote de 250 m2 en Valle Cercano (Córdoba) a un valor de $180.000. Supongamos ahora que a mediados de 2018 quiere venderlo. Ok, Juan debería estar pensando que su lote ahora vale $800.000, es decir, en 3 años, obtuvo una ganancia nominal de $620.000 pesos, lo que representa un rendimiento del 64% anual.
Aunque los números son sólo ejemplificadores, lo que resulta evidente es que el precio de la tierra, especialmente de la tierra en vías de urbanización, aumenta su valor en el tiempo. Esto depende obviamente del nivel de consolidación que va logrando el emprendimiento donde Juan compró. Es importante ver que los productos inmobiliarios implican etapas para el desarrollo de infraestructura, servicios, pavimentación e incluso crecimiento del vecindario y de la zona, todos elementos que hacen al balance que Juan podrá hacer sobre el éxito final de su inversión.
En conclusión y basados en datos económicos verificables, podríamos decir que la inversión en tierra es uno de los negocios más convenientes para mantener el poder adquisitivo del dinero, ganarle a la inflación y hacer un buen negocio. Quien invierte en una propiedad inmobiliaria jamás pierde.
La opción más conveniente es la compra de la tierra. ¡Si tenés la oportunidad no la desaproveches!