Con frecuencia decimos – y escuchamos- que la mejor manera de ahorrar que tenemos es la inversión en tierra y en inmuebles. De ambas cosas hablamos en esta nota y en esta.
Pero, cómo es que la tierra puede aumentar su valor? El secreto se encuentra en las distintas etapas y procesos por las que pasa desde que es un terreno virgen (y austero en algunas oportunidades) hasta que el proyecto de urbanización se finaliza y el barrio se consolida.
En este sentido, cada una de las etapas de desarrollo aporta cada vez más valor a la tierra a medida que se realizan obras de infraestructura aportando crecimiento, ya sea que hablemos del tendido eléctrico, la extensión del servicio del gas, la pavimentación de las calles, la red de agua potable e incluso el crecimiento del vecindario y la zona.
A medida que se progresa en cualquiera de estos aspectos, el valor de la tierra se incrementa, pues tiene mucha más riqueza e importancia. Es por este motivo que los terrenos son más caros mientas más urbanizados se encuentren, en comparación a aquellos que todavía no tienen obras de infraestructura en ejecución.
De esta manera, invertir en un lote en una zona poco urbanizada pero con gran proyección de crecimiento, resulta en una gran oportunidad, no sólo para proyectar a futuro sino para revalorizar en el tiempo lo invertido en tierra.